Fernanda

¿Realmente serás recuerdo
si esos ojos en la pantalla
que ven más allá de mí
quieren (re)conocerme?

Porque en el fondo sabes
que el tiempo que pasamos juntos
no fue suficiente.

No te despidas

No quiero despedidas,
no quiero que te vayas de mi vida.
Quiero tomarte de la mano
y continuar por el mismo camino,
dejando atrás todos los obstáculos
como hasta ahora lo hemos hecho
(de manera literal y figurativa).
No te despidas, acompáñame todavía.
Sigo extendiendo la mano para que tú la tomes, vida.
Créeme cuando digo que nada de esto importa.
Si regresas hoy,
sin preguntas, sin rencores, sin heridas,
seguiré a tu lado y trataré da sacarte cada día una nueva sonrisa.
Pero, por favor: no te despidas,
que si lo haces, no podré volver a darte la bienvenida.

Libreta.

Tengo una libreta al lado,
una libreta vacía, un mundo de posibilidades.

Tengo una libreta al lado
que pienso llenar con cada rincón de ti.
Con cada sonrisa, cada beso,
cada lágrima, cada suspiro,
cada enojo, cada tristeza,
cada separación, cada bienvenida.

Tengo una libreta al lado,
una libreta vacía, un mundo de posibilidades.
Tengo una ausencia al lado,
una ausencia que me pesa porque
no estamos juntos.
Las distancias, las distancias,
las distancias no importan cuando el corazón
es el que une las miradas.
Y no importa que estés en Francia, en Colombia
en Hidalgo, o a 10 minutos de distancia:
no existe ningún abismo entre los dos
porque nuestras almas caminan de la mano.

Tengo una libreta al lado
y voy a escribir nuestra historia
y si se acaba la libreta, ocupo otra
y otra
y otra
siempre así, sin llegar nunca a poner el punto final

(Nos)otros.

Queda poco de nosotros:
el cristal empañado que dejó
la irrupción de la soledad entre los cuerpos.
La mirilla desquebrajada de una puerta sin cerrojo.
Dos memorias que fungen como líneas paralelas.

Queda poco de nosotros:
una píldora sobre la mesa de noche
                   atorada a la mitad de la garganta
                   ahogada en el silencio que acompaña tu sombra.
Un desierto que dejó de ser árbol
para convertirse en recuerdo.
La ciudad se desvanece a tientas en la oscuridad.

De nosotros

queda todo, excepto nos.

Historia de una relación que fracasó.

   1

Cuando te vi
supe que mi destino
llevaba tu rostro.

   2

He creído más de una vez que la vida es inacabable,
que dura para siempre y un poco más allá del punto final.

   3

Aprendí que el sol ilumina porque no sabe hacer otra cosa.
Que muere por vivir pasado ese punto entre cielo y mar.

   4

¿Hacia dónde nos dirigimos?
Parecemos un barco anclado a mitad
de un océano sin filtro.

   5

Cuando uno más uno es tres
no hay espacio para los fantasmas.

   6

Antes fuimos navío.
Hoy
somos madera de deriva.

   7

ojos llenos de noche
sueño inconstante
letras borrosas
desapareces
fernanda
incesante
lejana
fuego
tú

   8

Aquí termina todo.

Con esto

también empieza nada.